Ya llegas, tren, al andén.
Erguido acero que se desvanece exhausto.
Contenedor de paisajes al segundo,
Dulce hogar de sueños
y soñadores.
Tren. Aquí te espero.
Metal sobre metal te deslizas con tiento,
y abrigas los más humildes sentimientos.
Momento eterno de sosiego.
Has visto pasar tierra y cielo,
has visto romper silencios.
Tren,
Abre tus puertas y deja que bajen
cientos de esperanzas.
Y quizá un anhelo, acaso un sueño.
¿No viste la vida hermosa
en tus viajes de ensueño?
¿No viste detenerse el tiempo
y sonreíste en un momento?
Eres monstruo sin alma y, sin embargo,
de vida lleno.
Ya llegas, tren, al andén
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