Es de noche, y la noche me llama.
Es penumbra, y suenan olvidos de silencios.
Es oscuro, tan sólo agonías olvidadas.
Clavas en mi dolor estacas del pasado,
Infundadas noticias de mil temores.
Es tu verbo talismán de infames letras,
Que acusan sin miedo mis vacíos.
Perdóname, diva eterna de mis pasados.
Despréciame, vida en días olvidados.
Sólo soy yo, añoranza de juventudes,
Quien desprecia mis momentos azorados.
Vuelve, vida antigua sonrojada,
De cien adentros resguardados.
Vuelve, mi niña, consentida,
A darme vida en tu regazo.
Deja una respuesta