Treinta y uno de diciembre.
Escribo despacio,
no sea que al tiempo se le escape algo,
no sea que en el tiempo me quede quieto.
El mundo se congela y la vida corre
queriendo llegar antes que nadie
al umbral del año nuevo.
Treinta y uno de diciembre.
Otra vez cambia el calendario.
Quiero frenar los minutos,
romper las horas,
hacer añicos el segundero.
Quiero estar contigo
un instante eterno.
Que no exista el invierno.
Que todo sea sueño y esperanza.
Quiero volver atrás y mirarte de nuevo.
Treinta y uno de diciembre.
Camino por las calles del ayer
lucho, vivo, río
y corro a tu encuentro.
El aire que me envuelve es tu recuerdo.
Pronto llegará el Año Nuevo,
bandeja de plata de todos mis deseos.
Te la brindo a ti, fuente de mis pensamientos.
Te la brindo a ti, pasión y sentimiento.
Todo lo precioso te atañe,
todo lo hermoso nace de ti.
Hoy, treinta y uno de diciembre,
te lo dedico a ti.
Treinta y uno de diciembre
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