Déjame pensar en estrellas infinitas.
Déjame sentir el aire entre mis dedos.
Déjame coger flores de eternos aromas.
Búscame ahora entre mis sueños,
Hállame henchido de ternura.
Descúbreme en la cumbre de montañas cercanas.
Rompe, quiebra, golpea, destruye y haz desaparecer candados forjados con miedos impuestos.
Palabras abruptas tropiezan en mis recuerdos.
Descuidos quizá ahogados en largas inocencias…
Futuros inhertes, mañanas sombríos…
Todo queda desvanecido.
Todo es parte de ayer.
Todo comienza ahora.
Todo comienza ahora
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