Pan,
alimento de recuerdos y añoranzas.
Pan de hambres desbordadas,
pan de ilusión.
Recorro los caminos de la vida,
me acerco a la tahona donde está tu magia.
Huelo a niñez, cálido instante de aromas preciosos
en tus amaneceres diarios.
Pan,
que de múltiples masas acaricias mis sentidos.
Pan de luchas enraizadas,
pan de Dios, alimento de almas.
Tan simple que luchan por ti los pobres,
tan complejo que llenas los bolsillos de señores.
Pan, eres solo fruto de un milagro.
Esperanza de un niño en la merienda,
saciante de huecos del corazón.
Eterno ensueño de alabanzas,
futuro atrevido. Cocción.
Pan,
suspiro de bocas calladas,
grito ahogado de emoción.
Aunque solo pan, al fin y al cabo.
Oda al pan
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