Acerco mis dedos al perfil de tu figura,
despacio,
no vaya a ser que desordene tu sueño.
Te miro, te admiro, y escucho sigiloso
el ritmo pausado de tu latir.
Me pregunto si es verdad que estás ahí.
Me pregunto si veré otra vez tu sonrisa
al despertar.
Sonrisa que ansío cada minuto,
Minuto del que odio su final.
Me siento bien.
Me siento tan bien…
Mientras duermes
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