De vino es mi alma emocionada,
de tierra y hambre es mi corazón.
De brisa que se entrelaza entre folios arrugados,
soplando letras desordenadas
es mi llanto quebradizo y de aflición.
De árboles que han visto siglos pasar
es mi ilusión.
Torpes son las palabras que mi lengua pronuncia
lento mi caminar, incluso abrupto.
Soy fuego de manantial escondido;
que, aunque a veces dormido,
no se esconde del tumulto,
ni de luchar a muerte renuncia.
Causo caos y desconcierto,
duermo en rocas de volcán,
grito ahogado al firmamento,
muero lento,
a mi pesar.
Caigo de rodillas ante el mundo,
pido perdón.
Caigo de rodillas ante el mundo
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Comentarios
3 respuestas a «Caigo de rodillas ante el mundo»
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Me encanta Álvaro. ..
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Guau! Me ha encantado!
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Muchas gracias Sofía
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