He probado sauvignon, esta noche. He cambiado a un verdejo, buscando no pensar, buscando quizá olvidar el estrés ahogado. Nada me satisfacía esta noche, aunque nada me disgustaba. Acabé con un garnacha rosado, de Navarra, tierra de vino. Y al final entre todos abrazaron mi alma. Una conversación con teclas del recuerdo alegra momentáneamente mi espacio. Los vinos y mi amiga me hacen olvidar… Y me recuestan en la cama, haciendo de los sueños esperanzas. Feliz descanso. Mañana amanecerá igual.
Buscando no pensar
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