Hoy toco teclas de marfil blanco.
Y sigo mirando a aquella flor.
Hoy siento que la magia me azora,
y me llena de pesar.
Notas descuidadas en dedos sin compás,
que llenan en azumbres mis vahídos.
Hiatos profundos sucumben al amar,
de lo imposible, a lo mundano.
Creo que he acertado, lo sé.
Creo que las notas fluyen, lo sé.
Acaso pentagramas escritos me acechan.
Acaso ahora ya no suena el corazón.
Vivo, toco, rio.
Vivo, toco, río
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