Tiempo ha de aquella historia,
Tiempo, que en tiempos me enervaba.
Tiempo de velos cubriendo noches,
Tiempo de celos, de odios y reproches.
Tiempo… Al tiempo que pasa,
y nunca vuelve.
Tiempo de nuevos dolores,
que acaso mis muertos olvidaron.
Tiempo afín, quizá mundano.
Vengo acaso a tiempo de enmendar el ayer?
No hay tiempo. Sólo vida.
Diáfana y banal, agostada y sin tiempo.
Tiempo de perder el amor,
de dejar de creer.
Ni tan siquiera llorar.
Tiempo de muerte, cercana y fiel.
Tiempo de frío y almas destronadas.
Tiempo, perdido, olvidado.
Tiempo de recuerdos, risas y equilibrio.
Tiempo abrupto, escarpado.
No es tiempo de métricas simétricas.
No es tiempo de enfados,
Ni de amigos, ni halagos.
Tiempo tuyo, unidad perdida.
Tiempo de cimas, visión finita.
Tiempo de que el arrollo deslice sus aguas
por la fragua de cantos empedrada.
Es tiempo de dormir.
Es tiempo de dormir
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