Quizá sea una premonición.
Algo que pasará de verdad.
Sin pasar de largo. Sin olvidar…
Como el recuerdo de niño lleno de ilusión.
En la noche de Reyes, expectante a la función.
Magia, sueños, esperanza…
Temas repetidos y olvidados al crecer.
Pero este año es diferente.
Ha entrado de tapadillo.
De soslayo.
Como esas noches en las que sales sin ganas,
y se te hace pronto el amanecer.
Este año es año de Reyes.
Y queda todo por hacer.
Revelar lo acontecido en la noche.
Organizar, recuperar, amar…
Deseando que el cuerpo aguante,
y la vida siga
otro año más.